Corolario:

Nos matan las cosas que no decimos. Los "perdoname", "gracias", "te quiero"...

Nos matan esos silencios. Silencian el alma. Nos hacen soberbios, y nos alejan de los demás.

Aún a nuestro lado, nos alejan de agradecerles realmente, de compartir realmente; de perdonar.

Deja respirar al alma...

Que esa boca no te la mate.

La palabra Quiero:

Quiero de "Te quiero", "Quiero verte"... "Quiero que salgamos de viaje".

Quiero que nos arreglemos, quiero que volvamos a dialogar. Quiero que hablemos sobre nuestro hijo, sobre el dinero, sobre cosas pendientes...

La palabra "Quiero"... ¡Abracadabra!. Todos la esperamos: todos estamos -en oferta- ante el Amor. Todos oferentes, necesitamos también que nos sepan decir: te quiero.

Que nos sepan pedir cosas, que nos sepan buscar. Eso nos da seguridad. Es la moneda de cambio. Decir y escuchar quiero. Palabra tan importante como las ya explicadas.

Como el "perdoname", el "gracias"; la palabra quiero también es omnipresente. También es la base de la relación. También es la esperanza. La felicidad de la pareja y amigos.

La palabra encuentro tiene un sinónimo,

y es la palabra "quiero"... "Te quiero", "Quiero verte";

"Quiero que hagamos algo juntos". Yo sé que la necesitas: dala también.

La palabra Gracias:

Hemos visto cómo las parejas se definen en las malas. Cómo el afrontar las malas las define, pues roces siempre habrán.

Pero también cómo afrontar las buenas... La palabra "gracias" entra en protagonismo aquí. Las buenas rachas, el disfrute.

Un simple desayuno compartido. ¿Lo disfruta contigo, o lee sus mensajes de texto? ¿Te pasa las galletitas? Ese tipo de cosas.

Uno puede subestimarlas, decir: "está distraído", pero suelen acumularse tal como las faltas de disculpas del punto anterior.

"Dar por sentado"... como dicen las mujeres. Dar las cosas por hecho, y no agradecerlas. Olvidarse del amor implícito en ellas.

Mi consejo: da gracias. Da gracias en todo. Y si estás con alguien: a él/ella. Dénle gracias juntos a Dios; eso las perdurará.

Con humildad... todo. Pero sin humildad;

¿qué valdrá la pena?.

La palabra Perdón:

Este es el misterio principal de las parejas: la palabra perdón. Cómo la utilizan, cómo la justifican o no. Es la palabra "base" pues roces siempre habrán.

Cómo uno se hace cargo o no de lo que le pasa al otro cuando dice estar dolido. Cuando dicen estar dolidos... ¿nos hacemos cargo o renegamos?.

¿Tenemos la palabra perdón en la boca o "yo no fui"? ¿La frase "Te equivocas" o "Lo siento"? ¿"Fui un tonto", o nos hacemos los tontos?.

¿Le das lugar a los demás cuando dicen estar dolidos? ¿Te hacés cargo con inmediatos "Lo siento", hondos mea culpas y propósitos de enmienda?

Sobre la palabra perdón se construirán nuevos perdones y confianzas. Sobre su ausencia mentiras y desconfianzas. Habrá nacido mal el amor.

¿Son parejos en cómo utilizan ambos la palabra perdón? ¿Uno la utiliza más que el otro? ¿Es notoria la diferencia? (Es la principal.)

No sean cobardes: ¡discúlpense!.

Introducción:

Hay parejas que funcionan y otras que no. Parejas que empiezan bien pero terminan mal, parejas que no saben cómo terminar; etcétera.

Hay de todo... pero ¿qué hace que una pareja funcione y otra no?. ¿Cuáles son los "misterios de la pareja"? En este blog intentaré explicarlo...

¿El gran secreto?: cómo convivir.